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Tour en Bicicleta por Mallorca: Una Etapa Real a Sa Calobra

Introducción: Día 3 de Nuestra Aventura

El tercer día de nuestra gira en bicicleta por Mallorca fue verdaderamente una etapa real. Discutimos la ruta planificada durante la cena en el hotel la noche anterior y anticipamos con entusiasmo el desafío que teníamos por delante. Nuestro destino era Sa Calobra, un lugar icónico para los ciclistas conocido por su descenso impresionante y su paisaje espectacular.

Sa Calobra: Un Paraíso para Ciclistas

Sa Calobra es una de las rutas ciclistas más famosas de Mallorca, que atrae a miles de ciclistas cada año. La carretera hacia Sa Calobra serpentea a través de la Serra de Tramuntana, ofreciendo vistas impresionantes de las montañas y el mar. El tramo es famoso por sus curvas cerradas y su descenso técnicamente desafiante, que se extiende por más de 10 kilómetros y desciende aproximadamente 682 metros. Esta ruta es una visita obligada para cualquier ciclista apasionado que visite Mallorca.

Inicio en Can Picafort

Comenzamos nuestro día en Can Picafort y nos dirigimos hacia el norte. La frescura de la mañana y la anticipación de la etapa que nos esperaba nos motivaron mientras nos dirigíamos a Alcudia.

A través de Alcudia y Pollensa

Desde Alcudia, continuamos nuestro viaje hacia Pollensa. Conocida por su encantador casco antiguo y su arquitectura histórica, Pollensa ofrecía carreteras tranquilas y la oportunidad de disfrutar plenamente de los pintorescos alrededores.

Primera Subida: Monasterio de Lluc

Después de Pollensa, comenzó nuestra primera gran subida hacia el Monasterio de Lluc. El Monasterio de Lluc es un importante centro cultural y espiritual en Mallorca, enclavado en lo profundo de las montañas de Tramuntana. Fundado en el siglo XIII, el monasterio es un popular destino de peregrinación y ofrece a los visitantes un refugio de paz y espiritualidad. La ruta hacia el monasterio presenta una subida desafiante recompensada con vistas impresionantes.

En Camino a Sa Calobra

Después de visitar el Monasterio de Lluc, nos dirigimos hacia el famoso descenso a Sa Calobra. El viaje nos llevó por el Coll de Reis, el punto más alto de la ruta, antes de que comenzara el emocionante descenso.

Espectacular Descenso a Sa Calobra

El descenso a Sa Calobra es un punto culminante para cualquier ciclista. A lo largo de aproximadamente 10 kilómetros, ofrece vistas impresionantes del mar y el paisaje circundante. La carretera es conocida por sus 26 curvas cerradas, que requieren tanto habilidad técnica como concentración. Al llegar al fondo, llegamos al final del camino, donde tomamos un descanso prolongado.

Descanso en Sa Calobra

En Sa Calobra, disfrutamos de un merecido descanso. Nos recargamos con café, pastel y baguettes mientras absorbíamos el entorno espectacular. La pequeña playa y las impresionantes formaciones rocosas hacen de Sa Calobra una experiencia inolvidable.

Regreso al Coll de Reis

Después del descanso, comenzamos nuestro viaje de regreso con la desafiante subida de nuevo al Coll de Reis. El regreso por la misma ruta requería fuerza y resistencia, pero las impresionantes vistas nos motivaron a seguir adelante.

A Través del Monasterio de Lluc hasta Caimari

De regreso por el Monasterio de Lluc, nuestra ruta nos llevó a la estación de servicio en Caimari. Este pequeño pueblo marcó nuestra transición desde las montañas de nuevo al interior de Mallorca.

A Través del Interior: Moscari, Campanet y Sa Pobla

Nuestra ruta continuó por los encantadores pueblos de Moscari y Campanet antes de llegar finalmente a Sa Pobla. Las carreteras estaban menos transitadas y pudimos disfrutar de la atmósfera pacífica y rural.

Regreso a Can Picafort

El tramo final de nuestra gira nos llevó de regreso a Can Picafort. Después de un día exigente en el sillín, habíamos cubierto un total de 117 kilómetros y más de 2000 metros de desnivel. Nuestro tiempo total de conducción fue de poco más de 6 horas, con una velocidad media de 20,4 km/h.


Resumen

El tercer día de nuestro tour en bicicleta por Mallorca fue sin duda un punto culminante de todo el viaje. La etapa real a Sa Calobra nos ofreció una mezcla perfecta de desafío físico y paisaje impresionante. Las subidas exigentes y el espectacular descenso hicieron de este día una experiencia inolvidable. Esperamos con ansias las próximas etapas y las aventuras que nos esperan.